martes, abril 26, 2005

La autocrita del debate (tercera parte): contenidos simples o contenidos para reflexionar

Lo primero decir que no estoy muy de acuerdo con la propia clasificación que he hecho, pero había que poner un título, porque contenidos simples todos consumimos a todas horas, en el trabajo y en casa.

Cuando hablo de autocritica me refiero un poco a lo que decia Santi sobre que la vida no da mucho de si cuando trabajas 8 o más horas y haces cosas para poder mejorar en el status y no como persona. Dicho de una manera más cruda: El hombre Productor Consumidor somos todos, y participamos en hacerle más fuerte cada hora de nuestras vidas: ¿qué tipos de contenidos vende o tiene una multinacional como Telefónica. Y su televisión Imagenio por citar una empresa que conoce uno de nosotros? ¿Acaso no quiere vender+vender+vender+ igual que un banco que quiere +clientes+clientes? Trabajamos para que nuestras empresas sean fuertes y se extiendan y por tanto hagan que el modelo perdure con mayor fuerza que ayer, no es triste, es el querer tener mejores ingresos para nosotros y nuestras familias, eso se encarga de generar las personas cansadas que al llegar a casa ven un poco o mucho de televisión basura para desconectar, tal vez porque si leyeran a Benedetti se sentirían con mala conciencia. África mata tanta gente de hambre cada mes como Auswich en toda su existencia, y lo hacen multinacionales y esquemas donde participamos todos, asi que ¿no necesitamos acaso una anestesia general llamada consumo de la industria de entretenimiento, que no nos hagan pensar justo en eso? Yo participo de esas oscuridades, el estudiar el hombre productor consumidor me lo mostró de una manera más certera incluso que antes, otros dirán que hay otros culpables mientras se pasan el día viendo televisión digital y bebiendo Coca-cola, pero no por ello somos peores o mejores, seguimos siendo lo que somos, y unos dan el paso de al autocrita y del reconocimiento, un paso cercano a la redención (que tampoco va llegar) y otros prefieren hacerse los sordos riendo con absurdos programas de turno por la televisión o leyendo el Hola y Pronto, escapando, pensando que podría la suerte concederle el deseo de ser tan millonario como las vidas que cotillea en esas revistas. Ya que puestos a participar en el modelo de hombre actual hacerlo mejor rodeado de oropeles y dinero que no como un modesto trabajador de clase media o currante.
...hay luz al final del tunel, está en una de las conclusiones personales que he sacado de este debate, lo comentaré.